Yeezy -una colección hecha entre la marca del rapero Kanye West, GAP y Balenciaga- presentó sus prendas no en perchas sino en inmensos bolsones negros que remiten a los canastos de ropa donada que hay en los paradores para personas sin techo en Estados Unidos. No es la primera vez que la alta costura pretende estetizar la pobreza, transformándola en un fetiche cool.
Fuente: Télam
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