Una mujer de nacionalidad rusa que se encontraba fugitiva y tenía pedido de captura en su país por haber estafado a los clientes de una de empresa de bienes raíces que dirigía y a distintos prestamistas, por una cifra mayor a 150 millones de rublos (unos u$s 2 millones), fue detenida este martes por la tarde en el barrio porteño de Caballito, informaron fuentes policiales.
Se trata de Liudmila Avdiukhina, de 37 años, quien fue capturada alrededor de las 16.30 en la calle San José de Calasanz al 400, en inmediaciones del domicilio donde residía, por efectivos de la División Investigación Federal de Fugitivos y Extradiciones de la Policía Federal Argentina (PFA).
Voceros policiales informaron que los pesquisas lograron localizar a la fugitiva gracias al trabajo realizado por los detectives y los datos obtenidos de la Organización Internacional de Policía Criminal (OIPC), sumada a la explotación de redes sociales y fuentes abiertas.
A su vez, a partir de la labor en conjunto con la OCN Moscú, se pudo establecer el entorno familiar de la prófuga.
En ese marco, los pesquisas establecieron distintos domicilios que le brindaba la comunidad rusa a Avdiukhina, donde ella y su familia permanecían de forma temporal.
Asimismo, se detectó una tienda de comida de origen ruso con la que aparentemente la fugitiva financiaba sus movimientos, al tiempo que -mediante testaferros- adquirió distintos inmuebles en la Ciudad de Buenos Aires.
Realizadas las últimas averiguaciones, los agentes dieron con su domicilio de Caballito y lograron la detención de la ciudadana rusa, tras lo cual el juez Nacional en lo Criminal y Correccional 11, Julián Ercolini, ordenó su traslado en calidad de comunicada a la División Alcaidía Anexo Cavia, donde permanecerá alojada mientras se inician los trámites de su extradición.
Fuentes policiales informaron que, de acuerdo a la Justicia de la Federación Rusa, de septiembre a diciembre de 2022 Avdiukhina, como directora de la empresa de bienes raíces de JSC «Zhilfond Barnaul», elaboró un plan fraudulento para apropiarse de fondos de gran cantidad de clientes con los que contaba la firma, mediante el engaño y el abuso de confianza.
En ese período la acusada también tomó varios préstamos con distintos ciudadanos por un monto superior a los 100 millones de rublos, sin intenciones de cumplir las condiciones de los acuerdos. Al finalizar la operatoria ilícita, la mujer robó el dinero que recibió y huyó de Rusia, añadieron los informantes.
Fuente: Télam
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