La invasión de plantas acuáticas del Litoral en las costas bonaerenses el verano pasado sumó nuevos habitantes a las orillas del Río de la Plata: ofidios que mantienen en alerta a los visitantes de paseos de la ribera, especialmente en la zona norte. Los nuevos habitantes litoraleños se sumaron a los ya establecidos en los terrenos ganados con escombros al río y no es raro cruzarse con algún ejemplar al caminar cerca del río en Vicente López.
Pero el área en la que hay que tomar precauciones es más amplia: Desde San Fernando hasta Quilmes, según explicó Willy Bryant, coordinador de Guardaparques de la Dirección de Ecología del municipio de San Isidro. El especialista precisó que la yarará no suele atacar, sino que sólo lo hace si se siente amenazada, «como cuando la van a pisar, la molestan para sacarles fotos o la quieren atrapar».
«Como la costa se fue modificando con rellenos, las serpientes encontraron un hábitat cerca del agua, con escondites, temperatura y roedores para alimentarse. Llegaron en los camalotes y se unieron a la población local. Con los días templados, como los de primavera, salen a tomar sol o reubicarse. La yarará es una especie típicamente crepuscular y nocturna; en esos horarios sale a cazar animales de sangre caliente», explicó.
En caso de mordedura, la Sección de Zoopatología Médica del hospital Muñiz recomienda, primero, «no causar más daño: no comprimir, no hacer torniquete ni poner algo sobre la piel; lavar con agua y jabón». También hay que retirar botas, medias, pulseras o ropa que puedan apretar la zona afectada». En caso de mordedura, recomendaron acudir al Hospital Muñiz, ubicado en Uspallata 2272. Este centro especializado cuenta con guardia las 24 horas.
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