Al pan pan y al pan pan, dijo el abstemio
A menos que usted sea de los que no les gusta el pan, el resto de la humanidad vivimos luchando contra el pan. Incluso algunos gobiernos de derecha luchan para que dejemos de comer pan. O que dejemos de comer. Pero ese es otro tema.
Hoy quiero hablar del pan. Y de los que lo hacen, pobre gente: siempre están en el horno.
Pero supongo que tendrá sus beneficios: algunos la levantan con pala. Pero eso es harina de otro costal.
¡Pero qué rico es el pan! Y eso que sufre de una tremenda campaña mediática en su contra con las típicas frases «no comas pan, que engorda», «no te llenés con pan que después no comés la comida», «ni pan ni pastas ni postres».
Y yo no entiendo. ¿Cómo es posible que sea tan malo para la salud, si está el dicho «es más bueno que el pan»? ¿En qué quedamos? ¿Es bueno, es malo o es que está cara la harina?
No puede ser malo el pan. “Es un pan de Dios” se dice de alguien que es bueno o muy bueno. ¿Conocen alguna frase que describa a alguna persona muy mala como “un pan del Diablo”? Existe el jamón del Diablo. Y si es marca 666 ni te cuento.
Lo que me queda claro es que no hay panes del infierno. Y cuando el Diablo cocina algo, no es un pan. Será algún caldo malefico como sopa de zapallo sin sal.
La palabra “Compañero” viene del latín, “companio”, que significa “junto a” y de “panis” que significa “pan”. O sea que compañeros son dos personas que comparten el pan.
Interesante políticamente: si los compañeros comparten el pan, los camaradas, ¿compartirán la cama? Y los correligionarios, ¿salen corriendo cuando ven a un legionario? ¡Me quedo con los compañeros!
Miren si será especial el pan que cuando nace un bebé se dice: «vino con un pan debajo del brazo». Siempre me dio medio asquito esa imagen, ¿o acaso alguno de ustedes se animaría a probar un pan que alguien trae debajo del brazo? ¡Ni que use desodorante francés!
Más misterios con el pan. ¿Por qué Dios le da pan al que no tiene dientes? ¿Quiere verlo sufrir al intentar masticar? ¿No sería mejor, ya que no tiene dientes, que le mande un licuado, un guiso, o mucho mejor, un dentista?
También dicen que “a falta de pan, buenas son las tortas”. ¿De qué torta me hablan?. Complicado hacer un choripán con un rogel. O un sanguche de milanesa completo con una milhojas de dulce de leche. Y te quiero ver mojando la torta de mouse de chocolate en el tuco de los fideos.
Aparentemente, si hacés esas cosas, podrías “quedarte sin el pan y sin la torta”. Lo que contradice al dicho anterior, porque si no tenías pan y recurriste a la torta, ahora tampoco tenés la torta. O sea que al tuco lo vas a tener que lambetear del plato.
Y ahora está muy de moda el pan de masamadre. Que estuve averiguando por qué se llama así, y descubrí que se llama pan de masamadre porque uno va a comprarlo, le dicen el precio y no puede menos que exclamar “¡Madre mía! ¡Qué caro está este pan, Massa!”
Lo que tampoco entendí nunca es por qué a algo fácil o sencillo se le dice que es “Pan comido”. Siempre me dio como repeluz este asunto, porque a mi no me parece nada fácil ni sencillo comer pan comido, especialmente si está comido por otros.
Y hoy en día no es como cuando éramos chicos que había tan solo dos o tres clases de pan: la flautita, el Felipe, el miñón, el pan de fonda y el pancután, por si el pan estaba muy caliente.
No. Hoy aparecieron un montón de panes de vaya uno a saber dónde: el pan de ajo, el pan de cebolla, el pan de sésamo, (que supongo que para hacer un sanguche tendrás que decir “ábrete pan”), y el engendro mayor: el pan de pizza, que no es ni pan ni pizza. O sea: iba a ser una pizza, peor por fiaca o falta de recursos, quedó en pizza sin lo de arriba. Eso no es un pan. Es pizza sin lo de arriba.
Es como esta moda del “sándwich abierto”. Abierto está un 24 horas. ¡Un sándwich es cerrado! Es todo el concepto del Conde de Sandwich: un alimento entre dos rodajas de pan. “Sandwich abierto”. ¿Qué sigue? ¿Milanesa rebozada de un solo lado?
Y lo peor de todo es que te sentás en un restorán, te ponen una canastita llena de panes, vos le entrás a dar, ¡pero al final te das cuenta de que te lo están cobrando aparte!
Si en cambio, pedís un choripán, una hamburguesa o cualquier sanguche, el pan está incluido en el precio. O sea: hay que hacer los números y tal vez te convenga rechazar la panera y pedir un par de sanguches.
En fin. Que me dieron ganas…¿adivinen de qué? Nop. Se equivocan. Me dieron ganas de terminar con este tema, porque yo pensé que iba a ser un kilo y dos pancitos y resultó que es pan para hoy, hambre para mañana.
Fuente: Télam
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