A otro perro con ese hueso
Lo más espirituoso de este refrán es que aquí no se habla del perro -“Perro que ladra no muerde”, “Muerto el perro se acabó la rabia”-, aquí es un perro el que habla…
“A otro perro con ese hueso” ya indica que se autopercibe perro quien rechaza ese hueso… ¡Y por algo será que lo rechaza, él sabrá!
La figura del perro representa la ingenuidad, pero recordemos que la ingenuidad -esto vale tanto para los perros como para las personas- no es un don de los bobos… ¡Y sí! Una persona ingenua es alguien con ausencia de malicia, que actúa sin dobleces, y -fundamentalmente, claro- es un ser todo corazón y bondad… pero no vive en otro planeta, no, está siempre atenta a lo que va sucediendo…
El perro tiene un concepto de la lealtad conmovedor… “Quién lo probó, lo sabe”, diría Lope De Vega, hablando del amor… Ese carácter leal a veces puede ser considerado como ingenuo, por algún tonto, pero usualmente los caninos son animales muy inteligentes, no pierden su atención, y pueden percibir una acción malintencionada. De ahí que los perros sean animales especialmente escépticos y cuidadosos, sobre todo con los desconocidos; lo que hace que sea muy difícil engañar a un perro..,
Puede que algunas veces, tanto perros como personas pueden andar muertos de hambre, en esas ocasiones cualquier hueso que les tiren les vendrá bien, por roído y viejo que esté. Pero eso no significa que no sepan discriminarlos….
Claro, si yo te quiero engañar a vos, o manipular una situación en mi favor mandándote argumentos falsos, vos, que sos “perro viejo” y estás harto de mis constantes “perrerías”, y de que siempre te venga con la misma cantinela, decidís ponerle límites a esta situación, me mandás un “Pará loco, a otro perro con ese hueso”…
Adaptado a Roberto Navarro sería: “¡¿Vos me querés tomar por boludo?!»… La variante latinoamericana del refrán reza: “A otro perro con ese hueso, que este ya está roído”. Allí se refuerza el cansancio ante la conducta incorregible del mentiroso…
La sabiduría popular supo imprimir como refrán este sentido de autodefensa. Simbolizando en esta frase el rechazo a las ofertas engañosas, los abusos de poder, las manipulaciones…
¿Qué tú dices de esto, Rafael Machuca, chaval de Moralejo? Cántanos…
«A otro perro con ese hueso»
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Fuente: Télam
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