Los investigadores de la desaparición de Lucas Escalante, visto por última vez hace cuatro meses cuando salió de Florencio Varela junto a Lautaro Morello, quien luego fue encontrado asesinado, aguardan un cotejo de ADN sobre pelos y huellas hallados en el auto de un policía para determinar si pertenecen al joven buscado, mientras que la familia de este cree que la investigación avanza, pero lentamente.
Al cumplirse este domingo un nuevo mes desde ocurrida la desaparición, el fiscal de la causa, Daniel Ichazo, espera que los peritos de la Policía Federal Argentina (PFA) fijen la fecha para comparar el patrón genético de esos rastros con el de los padres de Lucas, quienes ya aportaron sus respectivas muestras para que se lleve a cabo la diligencia.
Una fuente judicial explicó a Télam que los pelos y huellas fueron hallados por los expertos en un extenso relevamiento del Toyota Ethios del policía Francisco Centurión, padre y tío de Cristian y Maximiliano Centurión, los dos detenidos con prisión preventiva por el crimen de Morello.
Este vehículo fue secuestrado el 15 de marzo pasado en una sede policial de Quilmes en la que funciona el enlace de la fuerza provincial con Interpol y en la que presta servicio el mayor de los Centurión.
«El fiscal Ichazo trabaja muy bien, nos informa de todo, se presenta en cada rastrillaje y la policía federal también… la causa avanza, lenta, pero avanza»Romina Escalante
«No se halló sangre, pero se detectó que al auto le cambiaron el asiento trasero por completo, lo que resulta sospechoso ya que es un vehículo medianamente nuevo y no quedó registrado en el libro de novedades de la institución. Además de que lo maneja exclusivamente él (por Francisco Centurión)», detalló el investigador consultado.
De acuerdo al investigador, el cotejo no se realizará solo con el ADN de Escalante sino también con el de las víctimas y presuntos victimarios.
A su vez, la semana pasada se realizó un nuevo rastrillaje en busca de Escalante en la zona de la ruta 215, a la altura de la localidad bonaerense de Brandsen, aunque los resultados fueron negativos.
«El fiscal Ichazo trabaja muy bien, nos informa de todo, se presenta en cada rastrillaje y la policía federal también… la causa avanza, lenta, pero avanza», dijo a Télam Romina Escalante, hermana de Lucas y quien consideró como positivo el hallazgo de «indicios» en el Ethios del policía Centurión.
En tanto, el mes pasado, el Gobierno Nacional elevó de cuatro a cinco millones de pesos la recompensa para aquellas personas que aporten datos que permitan dar con el paradero del joven.
Por su parte, Cristian y Maximiliano Centurión continúan procesados con prisión preventiva como «coautores» del delito de «homicidio calificado por ensañamiento y alevosía» en perjuicio de Morello.
El procesamiento fue dictado en enero pasado por el juez de Garantías de Florencio Varela, Julián Busteros; tras lo cual, la defensa de los detenidos recurrió esa resolución ante la Cámara de Apelaciones y Garantías de Quilmes, que recientemente confirmó el fallo del magistrado.
«No sabemos qué hacer ni adónde ir», dice la madre de Lucas
Marcelina Vázquez Benítez, la madre Lucas Escalante, dijo este sábado que no saben «qué hacer ni adónde ir» y que quiere a su «hijo vivo» al cumplirse cuatro meses de la desaparición del joven.
«No sabemos qué hacer ni adonde ir, muchas veces me preguntan y ni yo sé nada, solo lo que está en las causas y nada más», dijo a Télam Marcelina.
«Este domingo de Pascuas van a ser cuatro meses de algo que me cuesta y me supera. Yo quiero vivo a mi hijo», sostuvo la mujer, quien «reza porque aparezca» Lucas con vida.
Sin embargo, la mujer reconoce: «No sabemos nada de él, ni una zapatilla o algo.»
«Uno trata de pensar en otras cosas, pero es imposible, como decimos en la familia: nos falta uno y ése uno es Lucas Escalante», señaló Marcelina.
Luego, la mujer recordó cómo era su relación con su hijo: «Él vivía solo, pero estaba más en mi casa que en la suya. Aparecía a las dos o tres de la mañana y me decía ‘má, ¿estás en tu casa?’ y venía, y se quedaba el fin de semana y después se iba a trabajar o se quedaba toda la semana.»
«Yo ruego como Lucas, que siempre me mandaba un mensajito y me decía ‘má, prendele una velita a la Virgen así me va bien’, como cuando fue a hacer su registro hace poco», continuó la mujer.
Marcelina dijo que ella tiene «fe y esperanza» de encontrar a su hijo con vida y que espera que la Justicia pueda «llegar a él».
«Necesitamos que se difunda el caso porque si no, es como que la gente no se entera y queda ahí», añadió la madre de Lucas, quien considera que la investigación está «encaminada» pero avanza «muy lenta».
Por su parte, Romina, la hermana de Lucas, reconoció que «cada vez se hace más difícil la espera».
«Es duro porque te empezás a imaginar el peor escenario, que no lo vas a encontrar o cómo lo vas a encontrar. Si bien avanza la causa de a poquito, es muy lento para nosotros. Es como que el tiempo no pasó, seguimos como el nueve de diciembre y sentimos que no pudimos avanzar desde ese día», señaló la joven.
Romina indicó que este lunes de abril van a realizar una concentración desde las 19 en reclamo de justicia en las cinco esquinas en Florencio Varela, sobre avenida Eva Perón.
«Lo primero que me viene a la cabeza cuando tengo que hablar de mi hermano es que es un chico chistoso y gracioso, siempre haciendo chistes y molestando», recordó la joven.
Romina contó que son seis hermanos y que Lucas es el más chico, y que ella le decía: «‘Vos sos un bebé gigante.»
La hermana destacó que Lucas «siempre cumplía sus responsabilidades» y que «trabajaba en la obra» con su padre.
«También era muy creyente, por eso siempre prendemos velas y seguimos prendiéndolas por él, para que aparezca», agregó.
Según Romina, «Lucas es un pibe normal, de su casa, que lo único que hacía era ir del trabajo a estar con su familia» y que reside en el mismo edificio que ella y otra hermana.
«Me esperaba a que volviera de la facultad, me bajaba a abrir e íbamos a cenar dos o tres veces por semana a la casa de mi papá», contó.
«Todos los domingos es sagrado ir a almorzar a la casa de mi mamá. Él no tomaba, un pibe súper sano y normal. El cuatro de noviembre fue su cumpleaños y estaba feliz y contento con todos sus amigos festejando y con su familia», relató Romina y concluyó: «Él es la felicidad».
Una sucesión de fiscales
El expediente, que actualmente está a cargo de Ichazo, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de Berazategui, tuvo una primera fiscal, Mariana Dongiovanni, de la UFI 2 de Florencio Varela; quien luego de solicitar la prisión preventiva de ambos acusados pidió ser excusada por considerar que recibía «constantes descalificaciones» por parte de familiares de las víctimas.
Tras eso, su lugar fue reemplazado por la fiscal de feria Bárbara Velasco, quien también se excusó de la causa ya que manifestó haber colaborado con el comisario antes mencionado en causas pasadas, por lo que la investigación pasó momentáneamente a manos del fiscal Ichazo.
Este último estuvo a cargo del expediente hasta que el fiscal Martín Conde, de la UFI 3 de Quilmes, retomó de una licencia el 1 de febrero.
Pero Conde también solicitó el 6 de febrero último ser excusado del caso a través de un escrito por no poder ser objetivo tras haber recibido comentarios «calumniosos y agraviantes» por parte del abogado de la familia Morello, Carlos Diéguez, y este pedido fue aceptado por el juez Busteros.
Por otro lado, a pedido de la Procuración General de la provincia de Buenos Aires, la Policía bonaerense fue apartada de la investigación y en su lugar quedó la División Homicidios de la PFA.
El inicio del caso
Escalante fue visto por última vez el viernes 9 de diciembre en la localidad de Bosques, partido de Florencio Varela, cuando pasó a buscar a Morello para salir a festejar el triunfo de la Selección Argentina ante Países Bajos por las semifinales del Mundial de Qatar a en bordo de un auto BMW que al día siguiente apareció incendiado.
El cuerpo semicalcinado de Morello fue hallado cerca de las 21.30 del 15 de diciembre a la vera de la autopista en construcción Buen Ayre, en Guernica, partido de Presidente Perón, y nada se sabe aún de Escalante.
En tales circunstancias, fueron detenidos los Centurión, quienes quedaron vinculados al caso tras el análisis de cámaras de seguridad y de antenas de telefonía celular.
En una filmación de una cámara de una estación de servicio de Florencio Varela se ve a Cristian Centurión cerca de las 0.30 del 10 de diciembre cargando nafta en un bidón blanco que se sospecha pudo haber sido empleado para incinerar el auto de Lucas y el cadáver de Lautaro.
Fuente: Télam
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