La 40a reunión de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos, más conocida como CCAMLR, llega a su fin sin llegar a un acuerdo sobre nuevas Áreas Marinas Protegidas en Antártida.
Este año, el impulso político hacia la protección del Océano Antártico se ha manifestado a través de 3 propuestas, dos de dichas áreas fueron acordadas por más 18 gobiernos entre ellos – la UE y sus estados miembros más Australia, India, Corea, Nueva Zelanda, Noruega, Ucrania, Reino Unido, Estados Unidos y Uruguay, mientras que la tercera fue propuesta por Argentina y Chile.
Sin embargo, las delegaciones de los gobiernos en la Comisión Antártica no han llegado a un acuerdo para avanzar con estas propuestas, y una vez más observamos cómo a 2 días de la COP26 en Glasgow, la inacción del gobierno para proteger esta zona prístina y vulnerable del planeta nos ha llevado a la crisis del clima y la naturaleza que estamos atravesando.
Hoy tan sólo el 1% de las aguas internacionales están protegidas y la gobernanza deficiente y fragmentada actual dificulta la implementación de santuarios marinos. Se acabó el tiempo: los líderes mundiales deben avanzar con la implementación de santuarios marinos urgentemente”.
Por eso es fundamental que cuando los gobiernos se reúnan en la ONU el próximo año para acordar un Tratado Oceánico Global sólido, acuerden herramientas efectivas para crear santuarios oceánicos en los océanos globales, poniendo a la protección en el corazón de la gobernanza oceánica global, sin permitir un puñado de países se interponen en el camino de la acción.
La falta de protección y de gobernanza efectiva que reina en aguas internacionales de los océanos del mundo afecta particularmente al Mar Argentino, ya que esto permite a cientos de buques pesqueros se concentren año tras año en el Agujero Azul, para pescar sin ningún tipo de control incurriendo generalmente en prácticas no reguladas e incluso ilegales, devastando el corredor biológico más importante del mar Argentino.
Simultáneamente con este tratado, el cual Argentina ha estado impulsando, existe un proyecto de ley para la Creación de un Área Marina Protegida Bentónica en el Agujero Azul, que sería una primera medida efectiva para asegurar la protección de esta porción del Mar Argentino, su rica biodiversidad y sus ecosistemas. La sanción de esta ley está pura y exclusivamente en manos de nuestros legisladores
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