Rubén D’Audia, director del Teatro Nacional Cervantes (TNC) que este domingo cumplirá sus primeros 100 años de existencia, considera que ese espacio y su proyección debe atender a «tener presencia en el país y relevancia internacional».
«La función del Cervantes es que sea una usina de teatro federal, de excelencia y apuntada a que nuestros compatriotas puedan acceder a los contenidos simbólicos que allí se generan, que sea accesible y de calidad, que exprese la diversidad de nuestro ambiente teatral y que tenga anclaje territorial», repasa D’Audia durante una entrevista con Télam.
El licenciado en Ciencias de la Educación y director teatral, asumió en el Cervantes en enero del 2020 junto a Sebastián Blutrach como asesor de contenidos de programación y producción artística, nombrados por el ministro de Cultura, Tristán Bauer.
Sobre el peso de eso rol, D’Audia señala que «la responsabilidad tiene que ver con que se trata de un teatro producido por el Estado nacional y por ello tiene que llegar a la mayor cantidad de público posible y tiene que ser accesible».
La gestión D’Audia-Blutrach asumió apenas dos meses antes de desatada la pandemia, heredando un programa anterior urdido por la conducción de Alejandro Tantanian (entre los eneros de 2017 y 2020).
En ese marco, se lanzó el «Cervantes online» -que entre el 21 de marzo y el 31 de diciembre ofreció 134 obras y contenidos nuevos, alcanzado 811.898 vistas y 34.077 suscriptores, de acuerdo a datos del TNC-, y el concurso «Nuestro Teatro», el cual contó con 1.584 obras de todo el país, de las que se seleccionaron 69, 21 de las cuales se representaron y filmaron a cuatro cámaras en la Sala María Guerrero en un período de tres meses.
«Y ahora nos toca celebrar el centenario en un contexto sanitario que nadie esperaba, en medio de una pandemia que está retrocediendo pero que tiene un montón de limitantes», repasa quien actualmente comanda los destinos del Cervantes.
Aún así, este domingo el TNC celebrará su cumpleaños número 100 desde las 19 horas en su casa de Libertad 815, en el centro porteño, donde se desplegará una propuesta multimedia y una performance con dirección general de Juan Parodi, las interpretaciones de Vanesa Maja, María Merlino, Marcos Montes y música en vivo de Guillermina Etkin.
La propuesta del festejo se completará con un fragmento de «La dama boba», de Lope de Vega, a cargo de la compañía de Teatro Clásico dirigida por Santiago Doria.
Además, entre el 8 y el 11 de septiembre, la sala María Guerrero será sede del festejo de los 20 años de TeatroxlaIdentidad, que presentará una nueva programación presencial.
La celebración sumará la apertura de la muestra museográfica con entrada libre desde el jueves 9 de 12 a 18, «El teatro omnímodo», que contará la historia del TNC a partir de escenografías, vestuarios, utilería y piezas fotográficas y audiovisuales.
Los días 18 y 19 de septiembre y a cuento de los 200 años de la UBA, se ofrecerá en formato online y con transmisiones vía streaming mesas de debate y los espectáculos «La narración de la historia», con Guillermo Pfening y María Velasco; y «Arias» con Mercedes Morán.
«Para mí el Cervantes es como la cuna del teatro argentino y sede de espectáculos tremendos, que me marcaron como espectador teatral, y ahora implica gestionar un organismo que produce teatro para distribuir a todo el país»”
Rubén D’Audia
Hacia el 30 de este mes se presentarán dos libros editados especialmente por los 100 años: uno de fotos con investigación y textos del crítico y profesor Jorge Dubatti y otro infantil con textos de Violeta Weinchelbaum, para conocer el detrás de escena de una obra de teatro y los detalles arquitectónicos del edificio.
Ya en octubre y en materia estrictamente teatral, el centenario plasmado en la creación «La comedia es peligrosa», obra en verso dirigida por Ciro Zorzoli y escrita por Gonzalo Demaría y el propio Zorzoli, subirá a escena desde el jueves 14 con un elenco de 16 artistas en escena.
La pieza concebida para los 100 años del TNC, que padeció retrasos a causa de la pandemia, luego hará verano en la sala Astor Piazzolla del teatro Auditorium marplatense iniciando así su itinerario nacional, anuncia D’Audia.
«Pero para nosotros –especifica el director del Cervantes- la federalización no es solamente sacar de gira espectáculos producidos acá, sino generar articulaciones con salas de las provincias, que es uno de nuestros proyectos para 2022».
Capaz de mirar el futuro, D’Audia destaca «un proyecto que desarrolla Javier Daulte en dramaturgia y dirección, seguir con material para el sistema educativo y la convocatoria de ‘Produce Federal’ que está en la selección de proyectos».
En clave personal, revela: «Para mí el Cervantes es como la cuna del teatro argentino y sede de espectáculos tremendos como ‘Sacco y Vanzetti’ o ‘Madre coraje’, que me marcaron como espectador teatral, y ahora implica gestionar un organismo que produce teatro para distribuirlo a todo el país como parte de los organismos culturales de relevancia».
«Me tocó dirigir esa institución y me emocionó asumir esa tarea y poner en práctica algo ligado al único Teatro Nacional que, por tanto, debe ser el teatro de todos, con teatro argentino y variedad de programas para conquistar diversos públicos»”
Rubens Correa
Con una sintonía similar se expresa Rubens Correa quien dirigió el TNC entre 2006 y 2017, atravesando tres gobiernos nacionales distintos (los de Néstor Kirchner, Cristina Fernández de Kirchner y Mauricio Macri) y cuatro diferentes conducciones de Cultura (José Nun, Jorge Coscia, Teresa Parodi y Pablo Avelluto), y es señalado por haber fortalecido el lazo entre la histórica sala y el público.
«Me tocó dirigir esa institución y me emocionó asumir esa tarea y poner en práctica algo ligado al único Teatro Nacional que, por tanto, debe ser el teatro de todos, con teatro argentino y variedad de programas para conquistar diversos públicos», reflexiona Correa a Télam.
El teatrista, de 90 años y una extensa trayectoria ligada al teatro independiente, agrega: «Está ligado a muchas transformaciones de mi vida. Yo llegué de Azul a los 16 años a estudiar Ingeniería y en Buenos Aires descubrí que existía el teatro y en el Cervantes fue uno de los lugares donde empecé a encontrarme con un teatro muy profesional, con actores y escenografías que me deslumbraron».
Fuente: Télam
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